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'El Gran Contubernio'



Imágenes:



Un niño andrógino juega  a ser el barman, el sirviente, el esclavo, el objeto en la reunión de poderosos que se va gestando.  Desde este juego de roles va favoreciendo la explosión de los deseos y vicios de los personajes; su paso sin pausa ni prisa entre los delirios de todos, anuncia el conflicto y evidencia el absurdo. El niño va experimentando  la crueldad y el dolor desde una conciencia no mundana, en este sentido, el sujeto se presenta como amoral y terroríficamente honesto, cristalizando una crítica social y la angustia existencial.


Este niño representa la figura de lo que conocemos como diablo, en una forma lúdica, no religiosa, sugiriendo el hallazgo de lo bueno y lo malo en cada uno de nosotros.


El montaje nos habla de un encuentro fantástico, donde ni la rabia, ni el dinero, ni la culpa tienen sentido. Una reunión en la que habitamos todos, donde laten todos los males y vicios, en un proceso de  desvelamiento del cuerpo como febrilidad, la mente como confusión y la vida como hipocresía. Poco a poco los asistentes se descubren en un eterno retorno, momento en que rinden su  razón y ceden a la  voluntad. Finalmente, en un evento que supera la ficción y nos enfrenta a nuestros miedos,  aparece el poder en su dialéctica de dominación y muerte, hasta que, a modo de deus ex machina,  una conciencia mundana se yergue entre el absurdo, la tragedia y la sensualidad, para anunciar la angustia de la humanidad y el estado de abandono y sumisión del que somos todos parte.


Favoreceremos un espacio de reflexión y discusión, donde los espectadores y el equipo artístico, desde sus respectivos roles, se involucren de manera empática, lúdica y dinámica, en una realidad cultural, teórica y práctica, que nos convoca  a todos, en la medida que la temática central -el infierno- es un asunto transversal a la historia occidental, dado el peso y la influencia de los valores cristianos en la constitución de la idiosincrasia hispana en general. Dicha temática central, es abordada desde la constitución de unos personajes que representan los conflictos y aspiraciones nacionales, como los de cualquier otro país de Sudamérica.

Fundamentación teórica:


El montaje teatral “El Gran Contubernio” es una muestra contemporánea que en su temática central aborda una discusión crítica que ha cobrado formas distintas a lo largo de la historia del arte y la filosofía, en occidente. El teatro, el cine, la literatura, la pintura, la música, la filosofía y la propia religión, han puesto en tela de juicio el orígen e importancia de lo sacro y la religiosidad. Esta discusión se centra en la polaridad de los conceptos que manan de tales asuntos, así como, el bien y el mal,  la realidad del cielo y el infierno, la antítesis del diablo y dios, la salvación y la condena, etc., de tal forma que, hasta la moral cotidiana se ciñe a esta forma de comprender al mundo como si, la realidad misma tuviera dos caras. Desde Eurípides en las tablas de la Grecia antigua, pasando por autores como Virgilio, Dante, Sartre, Nietzsche, entre otros, se ha ofrecido una mirada crítica que cuestiona la evidencia práctica de ‘lo bueno y lo malo’, vinculándolo con ‘lo real y lo imaginario’, entendiendo que ambos pares de conceptos convienen en la construcción –entre muchas otras nociones- de la idiosincrasia de los pueblos.
Nuestro trabajo ofrece una versión de esta discusión histórica, desde una perspectiva contingente, que sitúa a un grupo de personajes de la vida urbana, en el infierno, donde para sí y entre ellos, van tejiendo una apología de su propia versión de los valores y dejando en evidencia la fragilidad de la comunión entre lo objetivo y lo subjetivo, insinuando la problemática ética y política respecto de la definición individual de los roles sociales y el bienestar general del ‘pueblo’.


De acuerdo con lo anterior, nuestro montaje pone en tela de juicio la definición de los roles sociales y los fundamentos ideológicos que los soportan, atendiendo a la evidencia de que la condición de ‘humanidad’ es el sustrato común a toda personería o acción  social, por lo que se hace necesario reflexionar en torno al valor de la democracia y la libertad.


“El Gran Contubernio” apunta a evidenciar la fragilidad de la razón humana, fortaleciendo la necesidad de la política y la importancia de la ética en la conformación de una sociedad justa, libre y democrática, tendiente  a la secularización de sus iniciativas para la defensa de la unicidad, la diversidad y la autenticidad de los individuos.

 





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